Aproximadamente a las diez de la noche de ayer, los
delegados informaron a la asamblea -que se realizaba en los portones del centro de distribución de Serenísima- que
se había dictado conciliación obligatoria en el conflicto. / Sin embargo, la conciliación no intercedía desde el día en
que el trabajador despedido, Federico Correa, había tomado la determinación de
encadenarse en la entrada de la empresa, sino desde que comenzaron los bloqueos
en el parque industrial en el marco del paro decretado por la CGT Lomas de
Zamora.
Esto significa que la conciliación -que fue acatada por los
trabajadores- no obligó a la patronal a reincorporar -mientras dure la misma-
al operario despedido, que tendrá que permanecer a la espera de lo que se
resuelva en las instancias de negociación que se pondrán en pie a partir del martes. / Una gran solidaridad rodeó al conflicto, con trabajadores y
delegados de diversos sectores del parque industrial y la concreción de una
combativa jornada de bloqueos, lo cual demuestra que -si se decidía profundizar
la lucha- estaban dadas las condiciones para hacer retroceder a los patrones.
La maniobra judicial fue realizada para enfriar el conflicto,
que, lejos de resolverse, continuará, ya que la asamblea expresó una enorme
voluntad de lucha por la reincorporación de su compañero, Federico Correa. / En un comunicado emitido por la agrupación “Unidad y Trabajo”,
los trabajadores se expresaron: “En esta nueva etapa de negociaciones
seguiremos dando batalla porque, como hemos demostrado en los últimos días, SI
NOS TOCAN A UNO, NOS TOCAN A TODOS. Sepan que no vamos a parar ni un segundo
hasta lograr lo que nos hemos propuesto. Unidos somos invencibles“.
Desde Convergencia Socialista de Combate estuvimos
acompañando paso a paso esta enorme lucha, poniéndonos a disposición de los
trabajadores lecheros para ayudar a organizar todas las tareas de solidaridad
que correspondan.
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